Pedro Jaureguiberry es doctor en Biología. Siempre le gustó la naturaleza. Vivió en poblaciones de Córdoba, Santa Cruz y Buenos Aires, pero nunca en una gran ciudad. Es hijo de un ingeniero agrónomo y una maestra de escuela. Tiene 44 años y ya salió Campeón Internacional con el Premio Frontiers Planet, es decir es unos de los tres ganadores del premio Frontiers Planet Prize (FPP), que galardona a los científicos que logren avances significativos en ciencia climática. Cada uno recibirá la friolera de 1,1 millón de dólares a invertir en nuevas investigaciones. “Siempre me atrajo la macrobiología y no tanto la biología de laboratorio”, dice Jaureguiberry en entrevista con América Futura desde Villars-sur-Ollon, en los Alpes suizos, donde le entregaron el premio.
“Lo siento como un voto de confianza y un reconocimiento doble: por un lado, de la Academia Nacional de Ciencias de Argentina que me postuló para participar y, por otro, del resto de los y las colegas que son quienes conforman el jurado”, le decía Jaureguiberry a UNCiencia, al conocer la nominación.
El estudio que lideró Jaureguiberry consiste en tratar de explicar cuáles son las causas principales detrás de los padrones de la pérdida biodiversidad a nivel global, que se establecen a través de indicadores. “Pudimos establecer cuáles son estos drivers y en qué relativa importancia cada uno aporta a la pérdida de biodiversidad”, explica el argentino.
En América, explica Jaureguiberry, “el principal factor que determina la pérdida de biodiversidad a lo largo y ancho de todo el continente es la explotación directa de recursos naturales: deforestación, caza y pesca, seguida por el cambio de uso de la tierra”, dice.
“Nosotros, los científicos, no podemos hacer todo el trabajo: nos dedicamos a hacer ciencia y a comunicarla de la mejor manera posible. En Argentina necesitamos un cambio a gran escala: la pérdida de biodiversidad y el cambio climático afecta a todos los sectores, y como sociedad debemos replantearnos el estilo de vida que llevamos”, sostiene.
Pensando en su futuro, el ecólogo tiene previsto actualizar la base de datos con nuevas investigaciones publicadas en los últimos años. Sin duda, el dinero del premio ayudará a expandir su labor científica en estudios que pueden dar pistas de cómo afrontar la crisis climática.
El científico argentino Pedro Jaureguiberry lideró un estudio publicado en la revista Science Advances en 2022 en el que identificó que el cambio climático no es el único impulsor de la pérdida de la biodiversidad de comunidades, poblaciones y especies en el planeta Tierra. Otros promotores causan un impacto similar o mayor. según la investigación que hizo con colegas de Bélgica, Japón, Reino Unido, Estados Unidos, Luxemburgo, Alemania, Hungría e Italia.
Los resultados de ese trabajo permitieron sugerir que el grave problema de la pérdida de la biodiversidad se debe abordar de manera holística. Es decir, que se deberían buscar soluciones para el cambio climático junto con los otros factores que también impactan.
Los impulsores de la pérdida de biodiversidad, según el científico son:
• el cambio climático (principalmente por la emisión de gases de efecto invernadero realizada por actividades humanas)
• los cambios en el uso del suelo (por la agricultura o la ganadería, entre otras actividades) y de los océanos (por la pesca a gran escala)
• la explotación directa de los recursos naturales
• la contaminación (incluyendo los plásticos que llegan al mar)
• las invasiones por especies introducidas en regiones donde no habitaban
Pero, ¿cómo se mide la biodiversidad?
“Se puede ir al campo de estudio y medir de un montón de maneras, porque los territorios y lugares son diferentes, el ambiente también lo es, las herramientas metodológicas son distintas, la misma naturaleza cambia. Armamos un marco conceptual en el que agrupamos todos esos indicadores en seis grandes categorías de análisis: composición de las comunidades, estructura de los ecosistemas, funcionamiento de los ecosistemas, diversidad genética, poblaciones de especies y rasgos de las especies”, responde el biólogo en una entrevista hecha en la Universidad Nacional de Córdoba.
La desaparición y el deterioro de la biodiversidad y los ecosistemas impedirán el logro del 80% de las metas de ocho de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El científico Jaureguiberry hizo un estudio revelador en 2022/UNC
Ya las Naciones Unidas han reconocido oficialmente que la desaparición y el deterioro de la biodiversidad y los ecosistemas impedirán el logro del 80% de las metas de ocho de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que incluye erradicar la pobreza extrema para todas las personas en todo el mundo para el año 2030.
¿Cómo fue la historia?
A tiempo de hacer un doctorado en la Universidad Nacional de Córdoba, se incorporó a un proyecto dentro del Instituto de Ecología Vegetal, en el que estudió el fuego en los bosques del centro de su país, en la región chaqueña.
Entre 2007 y 2015, como parte de su tesis de doctorado, recorrió los bosques colindantes a las grandes urbanizaciones de Córdoba, una provincia en la que el fuego tiene un rol muy importante. “Al hacer ecología de campo, mido en las especies la respuesta al fuego, y otros colegas se encargan de los mapeos”, dice.
“Me anoté para liderar una sección del informe que terminó siendo muy importante y que consistía en asignar qué drivers [causas] son los que están detrás de los padrones e indicadores que analizaron en el informe”, que fue publicado en 2019. Fueron tres años de trabajo y casi todos los autores que participaron en él pasaron a liderar la revisión de la metodología y luego a escribir el paper que acabó siendo publicado en Science Advances.
El Premio Frontiers Planet que ganó Jaureguiberry es parte de un concurso mundial para científicos e instituciones de investigación “que propongan soluciones para ayudar al planeta a permanecer dentro del espacio operativo seguro”. Se organiza desde 2022 y busca movilizar a las naciones y a la comunidad de científicos que investigan sobre la ciencia del sistema terrestre.
En esta edición, Jaureguiberry fue seleccionado entre los 23 Campeones Nacionales. El jurado está integrado por 100 profesionales de diferentes disciplinas, y el Consejo Internacional de Ciencia da también su aval. Los otros dos son científicos seleccionados son de Alemania y Estados Unidos.
La metodología aplicada al paper publicado en Science Advances fue muy rigurosa: preseleccionaron casi 4.000 informes relacionados con pérdida de biodiversidad a nivel global y analizaron unos 575 en profundidad, para luego extraer información de unos 163 sobre las causas.
“Haber llegado hasta acá, luego de haber nadado casi dos décadas contra la corriente, es una gran satisfacción, pero permite también que los científicos de Argentina y Latinoamérica nos demos cuenta de que no partimos del mismo lugar que otros colegas de Norteamérica, Europa y Oceanía, los cuales tienen fondos disponibles mucho más grandes”, dice. Los otros ganadores de esta edición son de Estados Unidos y Alemania. “Yo aprendí a escribir los papers en inglés, ¡pero las ideas me vienen en castellano!”, comenta Jaureguiberry entre risas.
Durante el último siglo, la actividad humana ha alterado el ambiente terrestre en un 75% y el marino en un 66%, y un millón de especies de animales y vegetales están en peligro de extinción.
¿Qué hará con el premio?
El científico contestó: “Por la importancia del premio en términos de fondos, por ahora puedo decir algunas posibles líneas de investigación a desarrollar.
“Incluiría también explorar fuentes de información en varios idiomas, para obtener información más abarcadora y que nos permita evaluar patrones a escalas de análisis que aún no hemos explorado. Es importante aclarar que todo esto está supeditado a la disponibilidad de información y a limitaciones logísticas en cuanto a la conformación del equipo de trabajo necesario”, afirmó el investigador.
Además, “podría explorar las interacciones entre impulsores de pérdida de biodiversidad, ya que es un aspecto del que se conoce poco. Es muy necesario para tener una idea más detallada sobre el efecto de los impulsores y la forma en que actúan sobre distintos aspectos de la biodiversidad”, sostuvo.
Otra cuestión es analizar el impacto que han tenido hasta ahora las llamadas “soluciones basadas en la naturaleza” en la mitigación de los impulsores de pérdida de biodiversidad. “Esto sería muy útil para saber qué medidas han sido más efectivas que otras, de qué depende su éxito, y qué cambios son necesarios para mejorarlas”, dijo.
Como el planeta está interconectado, cada modificación puede tener diferentes efectos en las comunidades, las poblaciones o las especies que los habitan. El trabajo publicado en Science Advances llevó en total alrededor de cinco años, pasando por distintas etapas, como el desarrollo de la idea y pruebas de la metodología, la búsqueda de información, desarrollo y control de la base de datos, pruebas y mejoras sobre la metodología, y escritura del trabajo.
Los resultados sirvieron también para las negociaciones políticas que hay en curso sobre cómo cuidar mejor o desacelerar la pérdida de biodiversidad. (Con datos de El País-Infobae-UNC)