El premio Goldman, el galardón más prestigioso para los defensores del medio ambiente, es considerado el Nobel del ecologismo.
Cada año seis activistas ambientales de base, uno por continente, son reconocidos por el premio Goldman por su lucha en la defensa de la naturaleza y el medio ambientes, distribuido en categorías de acuerdo a zonas geográficas. África, Asia, Oceanía, América del Norte, América Central/América del Sur y Europa.
Este año han sido premiados por África los activistas indígenas Nonhle Mbuthuma y Sinegugu Zukulu, que lograron que no se llevaran a cabo pruebas para la detección de petróleo y gas en una región biodiversa del Cabo Oriental de Sudáfrica, conocida como la Costa Salvaje.
Por Asia se ha premiado al activista de la India Alok Shukla, que evitó la construcción de 21 de esas minas de carbón proyectadas sobre 180.000 hectáreas de bosques. También bloqueó el desarrollo de una mina de carbón la activista premiada en Oceanía, Murrawah Maroochi Johnson, que logró cancelar en los tribunales esa infraestructura proyectada en Queensland (Australia).
En Norteamérica la activista reconocida ha sido Andrea Vidaurre, que convenció a la Junta de Recursos del Aire de California para adoptar nuevos reglamentos sobre el transporte que limitan las emisiones contaminantes.
En Europa la abogada Teresa Vicente ideó, promovió y logró que se apruebe la ley que reconoce la personalidad jurídica del mar Menor y lo considera un sujeto con derechos propios
El premio para Sur y Centro América ha sido para el brasileño Marcel Gomes, que vinculó la empresa empaquetadora de carne más grande a nivel mundial con la deforestación ilegal de ecosistemas amenazados del país.
En una entrevista con Mongabay Gomes dijo que la investigación presionó a los grandes minoristas europeos a dejar de vender productos JBS y llevó a las autoridades públicas a monitorear las plantas procesadoras de carne brasileñas que exportan carne vacuna.
Gomes es secretario ejecutivo de Reporter Brasil. “Es un placer recibir el premio por un trabajo periodístico y ver valorado este campo de conocimiento”, dijo Gomes a Mongabay por teléfono. “Este trabajo de investigación requirió mucha planificación y dedicación, años de definición de estrategias e implementación”.
En diciembre de 2021, seis grandes cadenas de supermercados europeas decidieron suspender por tiempo indefinido la venta de productos del gigante brasileño de la carne vacuna JBS. El boicot fue anunciado después de la investigación de Repórter Brasil, que en asociación con la ONG global Mighty Earth, vincularon los productos de JBS vendidos en Europa con la deforestación de los ecosistemas más amenazados de Brasil, incluida la selva amazónica.
La investigación periodística demuestra que el matadero brasileño había comprado ganado criado en áreas deforestadas ilegalmente a proveedores indirectos, en un esquema de “lavado de ganado”.
“Construimos una plataforma llena de información desde cero para acelerar el cruce de datos y el mapeo de la cadena de producción. Ahora, esta herramienta está ayudando a organizaciones en Brasil y en todo el mundo, incluidos otros grupos de periodismo”, dijo el ganador de Goldman 2024.
La investigación comenzó en 2017. Descubrieron que en la cadena de esta carne, multas ambientales, embargos, trabajo esclavo y guías de transporte de ganado entre granjas proporcionadas por organismos públicos con la ayuda de la Ley de Acceso a la Información (LAI). Conectaron la ganadería brasileña con los problemas sociales y ambientales.
En colaboración con Mighty Earth, Repórter Brasil rastreó el origen de la carne brasileña vendida en los supermercados europeos. En 2020, Gomes reclutó investigadores en diferentes países europeos. Visitaron supermercados en busca de productos cárnicos específicos suministrados por JBS, recopilando datos de empaques con base en una metodología creada por Repórter Brasil para alimentar las hojas de cálculo de la investigación. A partir de esta información fue posible rastrear la carne de vacuno JBS a lo largo de toda la cadena: de matadero a matadero y, finalmente, hasta la granja donde supuestamente se criaban los animales. Si la finca identificada había sido sancionada previamente por deforestación, el equipo de Repórter Brasil recurrió a una sólida red de comunidades indígenas, ONG locales y pequeños agricultores para obtener más información. Utilizaron mapas satelitales para medir la deforestación reciente cerca de granjas sospechosas de “lavado de ganado”.
Los ojos en JBS
Además de impulsar el boicot a la carne vacuna JBS en los supermercados de Bélgica, Francia, Países Bajos y Reino Unido, la investigación de Repórter Brasil aumentó la presión para que se tomen medidas contra la ganadería ilegal, especialmente en relación con sistemas de trazabilidad más eficaces. El sector exportador de carne vacuna brasileño es el más grande del mundo y representa el 20% de las transacciones globales. El país tiene 215 millones de cabezas de ganado, más de dos tercios de las cuales se crían en la Amazonia y el Cerrado, donde la ganadería es el principal factor de deforestación.
El cerco a las operaciones de JBS se endureció aún más después de que otra investigación sobre “lavado de ganado” de Repórter Brasil, también dirigida por Marcel Gomes, llevó al gigante brasileño de la carne a admitir una compra de casi 9.000 cabezas de ganado criadas en fincas pertenecientes a una banda de deforestadores en Rondônia entre 2018 y 2022.
“El trabajo ha ayudado a presionar a empresas y autoridades públicas en Brasil y en el exterior para que monitoreen las operaciones de JBS y otras grandes empresas”, dijo Gomes. “El gobierno brasileño se dio cuenta de la necesidad de rastrear la cadena de la carne vacuna y abrió un diálogo para construir un sistema de trazabilidad público y transparente, dirigido a proveedores indirectos”.
La investigación ganadora del premio Goldman 2024 es parte de un conjunto cada vez más sólido de evidencia de corrupción y deforestación citada por grupos ambientalistas que se oponen a la oferta de JBS de cotizar en la Bolsa de Nueva York. En 2023, varias organizaciones sin fines de lucro, incluida Mighty Earth, enviaron cartas a la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. solicitando que se investigara y rechazara la oferta pública inicial de la empresa empacadora de carne brasileña. Según los ambientalistas, mayores inversiones podrían conducir a una expansión explosiva de las operaciones de JBS, lo que provocaría una mayor deforestación en Brasil. (Tomado de Mongabay site)
