Además del lema sobre el plástico, la celebración del Día de la Madre Tierra convoca a la toma de conciencia en otros aspectos para y por el planeta azul.
El bosque ocupa la mitad del territorio boliviano a pesar de la pérdida importante que se ha sufrido en los últimos años. Esta masacre ha ocasionado efectos importantes en la biodiversidad e impactos en los habitantes.
Según la FAN entre 1956 a 2022 Bolivia ha perdido casi 8 millones de hectáreas de bosques, una pérdida que representa más del 12% de bosques originales. Bolivia tenía 63 millones de hectáreas de bosques. “Santa Cruz es quien sufre la mayor pérdida de bosques, aquí se concentra el 74% de deforestación de bosques”, dice Quintanilla a quien le preocupa lo que sucede en dos regiones de enorme valor ecológico. Se refiere al Bosque Seco Chiquitano y al Chaco boliviano. En el primero porque concentra entre otras cosas un potencial forestal de maderas de enorme calidad. “Este bosque viene siendo muy desforestado. En esa ecorregión se ha perdido el 29%. Otra área que preocupa es el Gran Chaco; si bien del lado boliviano se encuentra mejor conservado que en Paraguay y Argentina, hemos perdido el 30% de este bioma o región tan importante”, señala.
Esta masacre verde viene aumentando en los últimos años. En 1996 ya había sido histórico en cuanto a números, debido a que la deforestación alcanzó las 260.000 hectáreas, en 2008 se deforestó una cifra similar de bosques. De acuerdo a estadísticas que comparten organizaciones ambientalistas, la deforestación siempre era menor a las 200.000 hectáreas cada año, pero desde 2019 aumentó a más de 250.000 hectáreas.
Las cifras no dejan de preocupar. “En 2021 se deforestaron unas 360.000 hectáreas y en el 2022 se llegó a 430.000 hectáreas. Prácticamente se ha duplicado y esto hace que en los últimos tres años Bolivia se convierta en uno de los líderes mundiales en deforestación de bosques”, advierte la ingeniera Quintanilla.
En el mundo se pierden 4 millones de hectáreas por año, de esa cifra, la mitad está en Sudamérica y en Bolivia casi medio millón, es decir un cuarto de lo que se deforesta en el subcontinente. “El bosque es el mayor ecosistema que alberga y concentra la mayor biodiversidad tanto en flora fauna y todos los servicios y beneficios sistémicos que brinda para el país y la región”, dice la directora de Investigación y Gestión del Conocimiento de la FAN.
Aunque en Beni también aumenta la deforestación, Quintanilla aclara que al menos tiene barreras naturales que en cierta manera protegen el territorio boscoso, que son las inundaciones, eso evita que se expanda más la deforestación. “En Tarija es impresionante lo que sucede, ha quintuplicado o más el nivel de deforestación” concluye la ingeniera forestal.
Entre Tarija y Chuquisaca, en la zona del Chaco boliviano algo está sucediendo.