Organizaciones comprometidas con la agroecología, la diversificación alimentaria y medicinal, quienes se cuentan entre la sociedad civil informada, elaboraron un pronunciamiento en el que se exige se suspenda el proceso de evaluación y aprobación de semillas transgénicas por ser altamente nocivas, advierten además que iniciarán acciones judiciales al respecto.
Inclusive se presentan algunas semillas transgénicas como resistentes a las sequías y a algunos químicos, cuando en la realidad solamente ignoran la sequía, aunque de igual modo padecen sus efectos e inclusive rinden un 17% menos que los cultivos no transgénicos.
En otros casos los químicos que supuestamente permiten al cultivo soportar elementos nocivos, en realidad son agrotóxicos que inciden letalmente en los suelos y provocan el empobrecimiento de la tierra.
Se evitó hacer consulta pública
El pronunciamiento observa además que el gobierno no realizó consulta pública para hacer estudios sobre nuevos eventos transgénicos (creación de un organismo modificado genéticamente [OMG] con más de una modificación genética), privando así a la sociedad civil de la participación ciudadana debidamente informada, haciéndosele conocer los documentos respectivos, así como la información científica sobre seguridad ambiental e inocuidad alimentaria del cultivo transgénico de las empresas que solicitan uso y venta de esas sustancias.
En ese sentido y en referencia a los transgénicos vinculados a los agrotóxicos se expusieron tres razonamientos: que Bolivia es considerada uno de los centros de origen, domesticación y biodiversidad que suministra alimentos al mundo, que las empresas agroalimentarias transnacionales se apropiaron de los recursos genéticos nacionales mediante tecnologías de manipulación genética, y, que a nivel nacional, se ha forzado la aprobación de semillas transgénicas aduciendo contrabando y producción nacional ilegal.
Consecuentemente el documento establece que todo ello se constituye en la causa de que la Asociación Nacional de Productores del Oleaginosas y Trigo (Anapo), la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), las federaciones campesinas del Norte Integrado cruceño, incluidas las colonias menonitas que también amenazan al norte de La Paz, demanden la homologación (normalización, legalización) de eventos transgénicos que se introdujeron al país vía contrabando.
Quemas e incendios para ampliar frontera agroganadera
De la misma manera el pronunciamiento observa que las quemas intencionales en los bosques y Amazonía bolivianos que al día de hoy continúan, son para ampliar la frontera agrícola ganadera para producción de forrajes, aceites trans (grasas sólidas de aceites líquidos), carne de res, etanol y agrodiésel.
El documento agroecologista que ostenta como consigna el que la ruta de la agroecología es la alternativa real para Bolivia, lleva los logotipos de siete instituciones: Coordinadora en Defensa de la Madre Tierra (Codma), Somos Sur, Coordinadora Nacional de Defensa de Territorios Indígenas Originario Campesinos y Áreas Protegidas (Contiocap), Bolivia Libre de Transgénicos, Movimiento Agroecológico de Bolivia y Asamblea por los Bosques.
También se anuncia que el pronunciamiento llegará a autoridades gubernamentales y a las Naciones Unidas a objeto de que se adopten las medidas pertinentes, considerando además que “el gobierno no podrá aducir que la sociedad civil informada no le hace llegar objeciones certeras y respaldadas científicamente contra los transgénicos”. Vladimir Ledezma Maldonado-ANA
