En Bolivia hay 23 parques nacionales y unas 200 áreas protegidas municipales y departamentales, que abarcan un 30% del territorio nacional. Según la recomendación de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), se precisa como mínimo, un guardaparque por cada 500 hectáreas, sin embargo, en el país actualmente hay 330 guardaparques.
Avasallamientos, narcotráfico, minería ilegal, son las actividades humanas que siembran terror y preocupación para este puñado de guardaparques que arriesgan la vida por ejercer sus funciones de control y monitoreo en las áreas protegidas del territorio nacional. El cambio de la conducta de la gente la violencia ejercida contra ellos les preocupa. Se ha visto en Perú y Colombia, por ejemplo, situaciones de altísimo riesgo. Si no se toman medidas que frenen estos avances de violencia el temor tomará cuerpo en Bolivia. En esta entrevista, Marcos Uzquiano, presidente de la Asociación Boliviana de Guardaparques y Agentes de Conservación, nos comparte la situación que vive el sector. Presentan un Proyecto de Ley para mejorar sus condiciones de trabajo.
¿Cuáles son los mayores problemas que hoy enfrentan los guardaparques en Bolivia?
La minería ilegal, principalmente en el norte de La Paz. Es una de las actividades más amenazantes y más destructivas en el Madidi, Cotapata, Apolo Bamba. Tal vez esta sean las áreas de mayores riesgos para los guardaparques actualmente. En otras áreas como la Chiquitania o el Pantanal boliviano están los incendios forestales en la temporada seca. Todo depende de cada área protegida, cada una tiene su particularidad, en el Parque Amboró por ejemplo, hay cultivos ilícitos de coca o el problema de la tala de madera. En el Tipnis lo propio, el narcotráfico, los asentamientos ilícitos, es decir, existe una gama de problemas. Los avasallamientos son también parte de las amenazas de las áreas protegidas que los guardaparques tienen que lidiar a diario mediante patrullajes, control y vigilancia, monitoreo no solo de fauna, diversidad, de flora, sino también de las actividades humanas que son atentatorias a la conservación del patrimonio. El Parque Noel Kempff Mercado afronte serios riesgos de peligrosidad también por el narcotráfico, así como el área de San Matías.
Esto se complica con la precaria situación laboral que padecen los guardaparques…
La situación de los guardaparques sigue siendo muy precaria. No queremos culpar a nadie en específico, a pesar de que es una responsabilidad de Estado, sin embargo, estamos buscando más bien por el lado propositivo, que las autoridades empaticen, que sientan esa conexión con el valor estratégico que tienen las áreas protegidas para la conservación de la biodiversidad, para la protección del medio ambiente, como mecanismo contra el cambio climático, etc.. Buscamos vincular todo ese valor estratégico de estas áreas con quienes toman las decisiones: legisladores, autoridades, etc. queremos que empaticen con la importancia estratégica del rol que cumplen los guardaparques para proteger los espacios que son claves para la vida. Por desconocimiento se cree que, como son espacios naturales, solo se protege la biodiversidad, flora y fauna, pero no vinculan las cuestiones ambientales que estas prestan para la economía del país, para la salud de la población, para el medio ambiente y para todas las actividades que están conectadas, por ejemplo, el ecoturismo, que beneficia a la población y al propio Estado. Nuestra estrategia es persuadir a nuestras autoridades, sensibilizarlos y que puedan tomar decisiones para fortalecer el trabajo de los guardaparques.
¿Cuál es el criterio para distribuir los guardaparques en las áreas protegidas?
Definimos según el plan de protección que elaboramos dentro de cada área identificando el tipo de amenazas dentro de cada área protegida, así como las acciones que se deben desplegar y en función a eso la cantidad de guardaparque que deberíamos tener. Los 330 “protectores” no son suficientes, estimo que debería ser al menos el doble para cubrir de manera efectiva y objetiva estas áreas.
¿Se puede pedir ayuda en caso de ser necesario?
Pedir ayuda o apoyo a otras fuerzas es casi un imposible, no podemos hacerlo directamente. Tenemos que hacer la denuncia o el informe a la Dirección del Área Protegida y cada Dirección debe hacer la petición del auxilio, según reglamento. Al estar en zonas alejadas ese apoyo nunca llega, hay problemas de comunicación. Cuando llega el apoyo nos piden transporte, logística, alimentación, etc. cosas que no contamos. Muchas veces la policía también está desprovista de capacidades logísticas y humanas; las Fuerzas Armadas están acuarteladas en las ciudades o en las poblaciones, entonces el apoyo es básicamente nulo.
¿Cuáles son las mayores urgencias hoy?
El guardaparque se encuentra solo y ante las amenazas, las intimidaciones, las agresiones que afrontamos hemos presentado un Proyecto de Ley (martes 7 de mayo) tratando de precautelar el ejercicio de las funciones de los guardaparques bajo condiciones seguras. Estamos planteando una serie de medidas como la seguridad y estabilidad laboral (Traspaso de los eventuales al Tesoro General de la Nación), la profesionalización de los cargos, garantías para un trabajo seguro, entre otras peticiones, para tener un mayor respaldo del Estado, las Fuerzas Armadas, la Policía, las instituciones en general y de la sociedad civil. Son problemas que hay que resolver de manera integral porque también las comunidades necesitan programas y proyectos de acuerdo a sus estilos de vida.
Queremos que el Estado asegure los puestos laborales para los guardaparques, actualmente solo un 30% está contratado y un 70% son eventuales.
También se pide que los guardaparques sean parte de las negociaciones con entidades de cooperación con el mismo Estado cuando se trate de recursos financieros, o cuando impliquen decisiones que afecten a las áreas protegidas, porque hemos visto que la comunidad internacional se sensibiliza cuando conoce el tema de cerca. No podemos solicitar financiamiento externo de manera directa, pero sí queremos formar parte de esas reuniones de negociación y de proyectos.
Tras las reuniones concluidas esta semana entre los representantes de guardaparques con el vicepresidente David Choquehuanca, autoridades del ministerio de Medio Ambiente y Aguas y la dirección del Sernap, concluyeron en tomar acciones correctivas ante las demandas pendientes. Este acercamiento posibilita mejores condiciones de diálogo en busca de entendimiento estratégico para futuras acciones.
La nivelación salarial y el traspaso de los guardaparques eventuales al TGN, son centrales en las demandas recientes. Su sueldo promedio oscila en Bs 3.800, sin los descuentos por ley. La necesidad del mantenimiento y la refacción de la infraestructura de los campamentos es urgente, así como el mantenimiento de los vehículos, la provisión de insumos, como por ejemplo combustibles. Existen deudas pendientes de subsidios de lactancias, refrigerios diarios (Bs 18) que se adeudan desde el año anterior (6 meses), entre otros.
El vicepresidente manifestó buena voluntad para resolver estos problemas, según Uzquiano, que espera la empatía de los Legisladores para tratar el Proyecto de Ley presentado el pasado martes 7 de mayo.