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Santa Cruz de la Sierra

Fernando Prado: “El modelo de desarrollo cruceño ya no existe”

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Es sábado a mediodía y el sol apenas calienta después de varios días de intenso frío. La puerta azul se abre y un encuadre de vegetación tupida deja caer los colores del invierno. Los pasos que avanzan sobre ladrillos planos y las hojas secas en la grama raleada acortan la brecha al encuentro. El arquitecto y urbanista Fernando Prado Salmón nos recibe desde su oficina con libros y proyectos que cosechó durante décadas transitando la historia de una Santa Cruz dorada. Algunas luces ambientan la calidez que acompaña un silencio respetuoso y ameno. Mientras alisto la grabación, vuela el recuerdo de aquel cordón verde que una vez fue un sueño, a principios de siglo. Una autopista de 100 metros de ancho que recorría el noreste y el sudeste de la ciudad, se completaba con el cordón del Piraí en forma natural y con la carretera a La Guardia. “Un anillo este para la ciudad que servía para conectar la carretera que viene de Brasil y que puedan ir al norte o hacia la Argentina sin entrar a la ciudad”, cuenta mientras observa los preparativos y el encendido final de los micrófonos.

¿Es posible una Santa Cruz de la Sierra sostenible?

– La sostenibilidad es un paradigma y eso implica un debate, un asimilar conceptos, una cultura de la planificación y el futuro que no estamos construyendo. Lamentablemente nos perdemos en detalles, en la visión política que tiene la gestión pública en sus manos, que hoy, es de muy corto plazo. Tal es así que no hubo un plan maestro desde el año 2005. Lo que hoy se está haciendo es lo que el Gobierno central ha planteado. Se trata de los Planes Territoriales Integrales (PTDI) que no enfocan los grandes problemas urbanos, como por ejemplo los problemas ambientales, de tráfico y transporte, de la especulación inmobiliaria, etc. Es el enfoque del Gobierno central, donde las ciudades no existen. Una vez García Linera dijo: ‘bueno las ciudades no cuentan porque son clase media y no tienen sindicatos’, eso nos hace ver que no les interesaba.

Sin embargo, el 70% de la población vive en las ciudades y en el futuro el porcentaje será mayor…

– Esa es la paradoja y recién se han dado cuenta.

Habiendo tantos colectivos, profesionales, sociedad civil capacitada, instituciones afines, ¿qué pasos se debieran seguir para tener una ciudad más sostenible?

– Si bien hay esa conciencia y existen esos grupos, hubo momentos en que se ha utilizado la fuerza pública contra estas agrupaciones, por ejemplo, en el caso de la Quinta Municipal. Fue una barbaridad construir un edificio público en un parque urbano, porque es un espacio público, no municipal. Una cosa es el Municipio como entidad, como institución, con sus propios bienes, pero otra cosa es el espacio público, que no es de la Alcaldía, sino de todos nosotros, de la ciudad. Donde ahora la alcaldía está haciendo el Parque lineal, en el cuarto anillo (lado oeste), hay una fajita, pretendía hacer otro anillo paralelo al cuarto (anillo). Esa pelea se ganó, por eso digo hubo logros y retrocesos, pero es una lucha muy dura, no hay recursos para llevarlas a cabo y hay muy pocas instituciones que estén comprometidas con en el tema urbano en Santa Cruz, sobre todo en los temas de viviendas y espacio público. No hay ONGS que estén trabajando esos temas.

¿Y cuál es el rol de las universidades públicas y privadas en este tema?

– Un 80% de las universidades tienen un enfoque empresarial. Se llaman privadas, de negocios, de emprendedurismo, pero no están enfocadas hacia el tema urbano. Diría que el tema urbano está abandonado. La clase dirigente tampoco tiene conciencia urbana. En otros momentos históricos la clase dirigente actuaba a través de ciertas instituciones, donde manifestaban su poder, su cultura, con buen nivel de propuestas. Actualmente nuestra dirigencia no se manifiesta sobre la ciudad, no sé si será por su origen agropecuario, pero no han captado que ser dirigente significa dirigir de buena manera la vida de los ciudadanos, construir una cultura, etc.  pero no están con esos propósitos.

¿Existe una carencia de proyectos hacia el futuro?

– Tenemos una clase dirigente muy débil y el destino de la ciudad se ha dejado en manos de los partidos políticos. Y se concentran en feroces luchas intestinas o contra otros y por el poder. Lamentablemente no les interesa la ciudad, ni tampoco calidad de vida de los ciudadanos, ni el tema ecológico, ni la convivencia con la naturaleza. A esto hay que sumarle que el 70% de la población urbana es informal y no percibe el tema ambiental porque se concentra en su supervivencia. ¿Cómo decirle a una señora, jefa de familia, que vende en la vereda, sobre el tema del medio ambiente?, la clase media quiere que la vereda esté libre para circular, que haya árboles y que mejore su calidad de vida. Hay esas asincronías en una ciudad moderna. Vemos, por un lado, la construcción de grandes edificios y grandes empresas, la llegada de capital externo, etc. y por otro, un alto porcentaje de la población en plena informalidad, que concibe el espacio de otra manera. Esa contradicción no la estamos discutiendo.

Tampoco la estamos viendo…

– Cuando planificamos la ciudad hace muchos años teníamos otra imagen de desarrollo. Hicimos un parque industrial de 900 hectáreas con una ciudad de 4.000 hectáreas, donde pensamos que la gente iba a vivir en las unidades vecinales y que iba al parque industrial a trabajar y luego volver a su casa. Pero la ciudad no creció de esa manera. Llegó mucha población migrante de muy bajos ingresos y plasmó una ciudad con problemas distintos.

La ciudad hoy empieza a tener problemas con el agua, con el aire, con el transporte, etc. y con recursos no renovables, si no se toman medidas urgentes estaremos en graves problemas…

– Y en estos problemas estructurales no hay planes, simplemente se está sobreviviendo con obras que se han hecho hace 20 años. En el tema del aire, por ejemplo, tenemos dos tipos de contaminantes. El externo, que son los incendios de los bosques que vienen de las provincias y el interno, que proviene del exceso de vehículos privados. Por otro lado tenemos un mal manejo de los desechos sólidos domiciliarios, de la basura urbana, porque la población no está educada para conservar la ciudad.

No hay contenedores de separación de basura, por ejemplo…

– Ni basureros. En la cuadra de mi casa solo 2 tenemos canastillas, la mayoría deja las bolsas tiradas en el suelo. Lo que no se han dado cuenta es que una ciudad se forma haciendo ciudadanos y esa labor no la hace nadie. En Cedure (Centro de Estudios para el Desarrollo Urbano y Regional) nos planteamos la formación ciudadana hace 20 años. El que llega es población rural o de provincia, no conoce la vida urbana, hay toda una capacitación que hacer. Mucha gente aprende a vivir en la ciudad de una manera que no es conveniente, ni sana, ni segura y no hay esfuerzo para cambiar eso.

Fernando Prado

Hay dos problemas urgentes e importantes en la ciudad que son los acuíferos y el parque ecológico. ¿Cómo cree que se pueden resolver?

– Entran en la categoría de parte del control del estado y lamentablemente no hay control. El Gobierno municipal no planifica ni controla los usos del suelo que es su responsabilidad principal, es decir la ley 777 establece que es de responsabilidad exclusiva de los gobiernos municipales la planificación y el control del territorio y no se está haciendo. Y lamentablemente este y otros municipios son cómplices de esta situación. Lo que está pasando en la ‘llanura de inundación’, ubicada desde Equipetrol hacia el norte, en la zona del cordón ecológico, es un ejemplo. Allí donde el río Piraí hacía como una vuelta y se ensanchaba, es parte se secó. En ese sitio ahora están apareciendo títulos de propiedad de terrenos y con registro topográfico del gobierno municipal y con dueños. Hasta hace 20 años era el río. Es decir, el ex río Piraí tiene dueños. Todo ese territorio, que se está tratando de preservar, es una zona altamente probable de inundación. Esa zona está pegada a la zona más cara de Santa Cruz, donde los terrenos valen 2.000 dólares el metro cuadrado. Vemos que la presión del capital inmobiliario es enorme. Las empresas urbanizadoras ya están ahí haciendo sus proyectos y cuando se les dice que eso es llanura de inundación y que es probable que se inunde, la respuesta es que ya se ha estudiado y que van a construir en altura. Y otra justificación que dan es que para ello van a construir muros para evitar la inundación. Por su parte se conoce que este tipo de ríos divagantes, típicos de la llanura, no son posibles de encausar, tienen demasiada fuerza y precisamente necesitan divagar. Lamentablemente el drama es que si el río estuviera donde la tierra vale poco no habría problemas, se podría preservar, pero está al lado de Urbarí, Equipetrol, Las Palmas, obviamente es una tierra que vale. Y además, tenemos autoridades muy débiles que no ven el problema.

¿No lo ven o hay negocios detrás?

– Hay grandes negocios. ¿Cómo pueden aprobar un registro topográfico que no tiene historial? Según las leyes, toda escritura tiene que tener antecedentes, es decir justificar quién compró y a su vez ese comprador a quién compró antes, pero sabemos que esos terrenos no se compraron a nadie porque era el río. Traen planos de otros lados, los sobreponen, es decir, una importante ausencia de seriedad.

¿Con los acuíferos está sucediendo lo mismo?

– Lo mismo. ¿Qué le puede importar a un grupo de gente que está haciendo el negocio con la tierra? Lucran inmediatamente. Lo que les interesa es urbanizar. Esa carretera que va a Buena Vista, por ejemplo, ya está toda urbanizada, a partir del Estado. El Ministerio de Obras Públicas tiene una urbanización y por eso la pelean tanto, ese tiene que ser el trazo. Ya hay miles de lotes vendidos, es una mafia, lo que le interesa es lucrar. Así como coincide con el Cordón las tierras tienen alto precio por la ubicación, en este caso, coincide con los terrenos más valiosos de los acuíferos donde se está haciendo inversión en avenidas, todo eso tiende a revalorizarse, entonces los acuíferos desaparecerán, los vamos a perder. Los principales promotores de la ocupación de los terrenos de los Kim son el gobierno municipal de La Guardia y el de Santa Cruz, que les abren caminos y les permiten hacer de todo. En esas condiciones, ¿quién va a defender los acuíferos? El dueño de los terrenos que impedía que se construya ha terminado preso.

A modo de conclusiones, el arquitecto reflexiona en una síntesis histórica que nos deja un presente sombrío.

Nos ha quedado el traje muy grande. Santa Cruz ha crecido demasiado, ha habido demasiado dinero y presión externa que no nos ha dado tiempo para que como sociedad nos convirtamos en una sociedad urbana inteligente, previsora, en condiciones de enfrentar los problemas que genera una ciudad de rápido crecimiento y una enorme llegada de capital que presiona en función de sus intereses. En el periodo entre el 60 y casi 80 Santa Cruz tenía una dirigencia de alto nivel. Trabajé en el Concejo del Plan Regulador que se ocupaba de la planificación urbana sin participación de la alcaldía ni de los partidos políticos. Eso ha desaparecido, Cordecruz era la corporación de desarrollo, una institución con visión de futuro a nivel departamental, pero los políticos la hicieron desaparecer. El mundo político agarró todo, pero no tenía las capacidades para manejarlo.

Esto va unido a los intereses económicos

– Claro, han terminado con el Plan Regulador y quedó en manos de las inmobiliarias, así como la Corporación de desarrollo, a partir de ahí viene la crisis. Hemos tenido un modelo de desarrollo que fue importante, cuando se dice ‘el modelo de desarrollo cruceño’, me refiero a ese modelo que ya no existe.  El modelo que existe ahora es un modelo liberal, empresarial, capitalista muy fuerte. El capitalismo se dio muy bien porque había condiciones, es decir, era una sociedad liberal con muchos recursos naturales, sin control y con llegada de capitales.

Sin embargo, no es difícil hacer una ciudad sostenible con todos los recursos naturales que hay generando ganancias y haciendo las cosas bien

– Debiéramos ser como Curitiba que aprovecha, por ejemplo, las lagunas de regulación que las han transformado en lagos hermosos para pasear, se han arborizado en sus alrededores y es una ciudad con lagos hechos con infraestructura sanitaria. Acá tenemos una capacidad importante para hacer una ciudad arborizada, en tres años crece un arbolito y no hay un plan de arborización en Santa Cruz de la Sierra. Quien tenía una noción era don Noel Kempff, él sabía qué árboles había que poner, en qué avenidas y en qué momento. El plan decenal me acuerdo y era una sola persona. Ese era el modelo cruceño en el que todos nos involucrábamos y podíamos hacerlo. Don Noel pagaba de su bolsillo los clavos para hacer los protectores. En cambio, ahora, hay un contrato o una licitación de por medio, donde seguro va a haber coima para comprar 10.000 protectores que después ni los hacen.

¿Usted ve que las nuevas generaciones podrían recuperar algo de ese modelo?

– Lo que veo positivo es que la nueva generación tiene una conciencia ambiental, que en el mundo se está dando, gracias a los medios de comunicación, a las redes sociales, etc. Lo que hay que hacer es que se convierta en un elemento que incida en las políticas publicas y eso falta que los jóvenes lo entiendan y lo lleven a la práctica, a la acción. No la tienen fácil porque deben enfrentar a este gobierno que de tema ambiental no le interesa y más bien es el principal destructor. Se tiene que salir de la plataforma, de su pequeño grupo y tratar de tener una incidencia en las políticas públicas. Por ejemplo, el Colectivo árbol tendría que generar un verdadero plan urbano de arborización y obligar a la alcaldía a que asuma ese plan, ese sería el salto. Ya tienen la base de la conciencia, ahora falta la acción hacia las políticas públicas.

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