Ximena Sanz Guerrero es una profesional formada en auditoría medioambiental y activista. Este 22 de mayo se recuerda el Día Mundial de la Biodiversidad cuyo lema este año es ‘Sé parte del plan’. En esa línea, Sanz Guerrero lanza algunos conceptos a tomar en cuenta
“La tasa de especies en peligro de extinción de antes era un 10 ahora es un 100 es decir se ha multiplicado la tasa de extinción masiva de las diversas especies. Los hábitats y ecosistemas son vistos como fuente de ingresos económicos y no como fuente de preservación de la vida, o de respeto y de equilibrio Planetario”. Esta reflexión le corresponde a Ximena Sanz Guerrero, una de las pocas profesionales formadas como auditora medioambiental, cargo que ejerció durante varios años en la función pública y hoy se dedica al activismo medioambiental.
A partir del año 2000 la Organización de Naciones Unidas (ONU) conmemora cada 22 de mayo como Día Internacional de la Diversidad Biológica o simplemente Biodiversidad. Es una fecha vinculada al Convenio sobre la Diversidad Biológica y que fue adoptado por las Naciones Unidas el 22 de mayo de 1992 en la Cumbre de la Tierra celebrada en Río de Janeiro.
Cada año tiene un lema y este 2024 es “Se parte del plan”, un llamamiento a la acción dirigido a todas las partes interesadas para detener e invertir la pérdida de biodiversidad apoyando la aplicación del Marco Mundial para la Biodiversidad de Kunming-Montreal, el denominado originalmente ‘Biodiversity Plan’ o Plan Biodiversidad, en español.
“La ONU con estas fechas llama a la reflexión masiva mundial para tratar de despertar un mínimo de conciencia en los Gobiernos y en la clase Política transformada en Zombies de un sistema agresivo y depredador de la Tierra. No se avanza mientras que el ser humano no comience a rescatar esos valores de respeto por la vida y la preservación del equilibrio planetario. Serán solo shows mediáticos a gran escala donde gastan un montón de recursos económicos para que la ONU sea bien vista por lanzar un lema al año”, cuestiona Sanz.
“Si no se vincula política y económicamente estos temas, estas fechas vienen siendo un ‘saludo a la Bandera’. La ONU y otros organismos internacionales deberían ya manejar tasas de extinción por países y castigar económicamente a quienes agreden la Biodiversidad. Se debería generar mecanismos coercitivos para los países y gobiernos, cómo lo hace el FMI cuando no cumplen con sus créditos”, propone la activista.
“Es simple, si el ser humano realmente quiere salvarse a sí mismo y a sus generaciones futuras deberá cambiar el sistema económico mundial, así como la transición a energías limpias. De igual manera deberá crear mecanismos de control sobre la Biodiversidad Mundial, sobre los hábitats aún existentes y en pie. Y debería como Organización Mundial de Naciones Unidas declarar Patrimonio de la Humanidad todos los bosques que aún están en pie y girar completamente el paradigma capitalista arrasador de la vida de que la naturaleza es para depredarse”, argumenta y aclara que el planeta ha sufrido ya 5 extinciones masivas y se ha recuperado. “La que va a desaparecer es la raza humana si no tomamos en cuenta el delicado Equilibrio planetario que necesitamos para poder existir”, concluye.