Tiene más de 450 m2 de superficie. Conformado con más de 25.000 plantas de alto cultivo que conlleva un sistema automático de riego que garantiza su sostenibilidad. Se sube al podio de los jardines más importantes de Latinoamérica.
Es la obra más grande del país con estas características. Este megaproyecto verde fue inaugurado a finales del año pasado, cuenta con tecnología europea y una larga investigación de especialistas que reintegran un valor ornamental a la arquitectura moderna. Esta belleza exótica se regodea en dos caras del edificio InTowers en Ingreso al Urubó.
Este megaproyecto estético, además de ser amigable con el entorno, aborda problemas y necesidades concretas que padecen los habitantes de edificios ante el cambio climático y sus consecuencias.
Para Jardín Exótico, empresa responsable de este emprendimiento creativo, esta obra forma parte de un compromiso social ante los desmanes que sufre el medio ambiente. Entre las cualidades concretas que esta obra tiene se destaca la filtración de 280 toneladas de gases al año, es aislante térmico ya que disminuye entre 3 y 5 grados la temperatura en su interior, además de aplacar de manera sustantiva las islas de calor en el entorno ciudadano y por si fuera poco reduce hasta 8 decibeles el ruido exterior. Todas bondades que no se ven, pero se sienten.
El bienestar general del proyecto también se apoya en valores fundamentales para un mundo mejor, por ejemplo, un metro cuadrado de jardín vertical puede producir el oxígeno que necesita una persona al año. La importancia de integrar la estética de la naturaleza al entorno arquitectónico y urbano es vida.
