El funcionario Ronald Sosa Escalante, encargado del Departamento de conservación de vida silvestre en el zoológico reaccionó ante las críticas. “Veo las cosas que están siendo distorsionadas. Para aclarar quiero dejar en claro que con nuestro equipo de conservación le ponemos todo el empeño y los animales están bien atendidos, alimentados y bien cuidados. Desde la mañana temprano hasta la última hora de la tarde nuestra fauna no sufre en ningún momento ni de agua ni alimentos. Responder también que los turistas son los que más aprecian nuestra fauna. Todos quienes van con buenas intenciones se quedan ahí a mirar hasta la tarde. Son ellos quienes más disfrutan de los animales.
El urbanista Fernando Prado remarcó que es muy probable que la gestión a cargo de un municipio no sea la más adecuada. “Hay que seguir discutiéndolo sobre todo pensando en las ampliaciones que se van a hacer. En segundo término, me alegro que esté en manos responsables porque el concurso tiene que dar lugar a que Santa Cruz gane un espacio de protección ecológica. No vaya a ser que nos encajen un foquito para promover la especulación inmobiliaria de la zona porque eso contribuiría un deterioro de nuestro territorio. Tenemos que estar presentes para ver que sea una intervención blanda que casi no se note en el territorio”, concluyó advirtiendo estar atentos ante cualquier cambio de planes interesados en otros ámbitos.
El docente universitario Arturo Moscoso aprovechó su cierre para indicar las nuevas actualizaciones de los espacios de conservación y sobre los derechos de los animales con su concerniente base legal e institucional.
El investigador Damián Rumiz agregó respecto al rol actual de muchos zoológicos de vincular la instalación urbana donde residen los animales y se hace educación con actividades de campo en los hábitats de la fauna. “Hay muchos programas de conservación que nacieron financiados por interés de la ciudad y si no hay dinero hay formas imaginativas de que el zoológico se vincule con actividades de conservación también en el campo”, concluyó.
Por su parte Lorena Kempff finalizó diciendo que el zoológico es un espacio suficiente para ser modernizado. “Los zoológicos no se limitan a trabajar en su perímetro. Tienen que salir a conservar ecosistemas, especies específicas y conservar el bosque en general y aprovechar la tecnología en cuestión de educación ambiental desde el estado natural hacia el zoológico”, dijo a tiempo de instar a tener una joya de zoológico que aporte a la conservación de los ecosistemas y a la cultura de la sociedad”, finalizó.
Al término de las casi dos horas del encuentro la vicepresidenta del Concejo Municipal Lola Terrazas propuso que el estudio que se esta comenzando a hacer para el traslado del zoológico tenga el sustento técnico y legal de los especialistas de la biodiversidad, dijo. Coincidió en que nadie quiere tener un animal enjaulado y que detrás de ellos hay historias y ausencias de políticas estatales que hacen que ellos estén ahí. “Quisiera comprometer a las instituciones que están presentes para abordar el tema técnicamente, con las luces y las sombras que se expusieron hoy para hacerles llegar al Ejecutivo Municipal, a la secretaría de Planificación, al propio zoológico y a la sociedad civil organizada”, y pidió a esta última, empoderarse.
Entre los tres hitos finales propuso: mantener la institucionalidad del zoológico, desarrollar la educación ambiental con trascendencia departamental y darle seguimiento al Ejecutivo tras la decisión que han tomado.
Hubo reencuentros, desencuentros y coincidencias, las ideas conformaron un nuevo escenario de discusión mientras los planes del municipio avanzan. Estar al tanto de lo que sucede depende también del interés de la sociedad civil para no caer en sorpresas irreparables.