La ONU vuelve a alzar su voz por la emergencia climática. Lo ha hecho su secretario general, António Guterres, que ha urgido a tomar medidas y a dejar de “jugar a la ruleta rusa con nuestro planeta”. Lo ha hecho junto a las negativas predicciones de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que ha detallado que los últimos 12 meses han sido los más calurosos de su tipo de toda la historia registrada.
“Todo depende de las decisiones que tomen o dejen de tomar los líderes actuales especialmente en los próximos dieciocho meses. Es la hora de la verdad“, ha apuntado el secretario general de Naciones Unidas en una rueda de prensa este miércoles desde Nueva York.
Las declaraciones de Guterres se producen durante el Día Mundial del Medio Ambiente y poco antes de que la Organización Meteorológica Mundial (OMM) lanzase sus negativas predicciones para el futuro inmediato y más allá del planeta.
Según la OMM, hay un 80% de probabilidades, que entre 2024 y 2028 se supere una subida global de temperaturas de 1,5 grados, límite que según el Acuerdo de París no debía rebasarse en este siglo para evitar impactos aún más graves del cambio climático.
Las temperaturas récord de 2023, considerado el año más cálido de la historia, se vieron favorecidas por la incidencia en el planeta del fenómeno climático de El Niño, asociado habitualmente a un clima más caluroso y que según indicó la propia OMM finalizará en la segunda mitad de 2024.
En el caso del clima, no somos los dinosaurios, somos el meteorito. No solo estamos en peligro, somos el peligro. Pero también somos la solución.
Su final traerá el comienzo del fenómeno inverso, La Niña, que suele ir acompañado de menores temperaturas, aunque en años recientes no ha bastado para contrarrestar los ascensos provocados por el efecto invernadero.
En su discurso, António Guterres, habituado a emplear términos llamativos en cuestión climática, ha llegado a comparar la “situación de urgencia actual” con “el meteorito que acabó con los dinosaurios”. “Pero en el caso del clima, no somos los dinosaurios, somos el meteorito. No solo estamos en peligro, somos el peligro. Pero también somos la solución”, matizaba de inmediato.
Para el alto mandatario de la ONU, ese escenario apocalíptico podría conllevar “consecuencias devastadoras”, desde “aumentos catastróficos” de los niveles del mar, a la destrucción de arrecifes de coral o a la desintegración de los medios de vida de 300 millones de personas
“Ciudades como Nueva Delhi, Bamako o la Ciudad de México están ardiendo. No mantener el límite de los 1,5 grados también supondría la ruptura de las cadenas de suministro subiendo los precios y una creciente inseguridad alimentaria (…) Incluso si las emisiones llegaran a cero mañana, un estudio reciente concluye que el caos climático seguirá costando al menos 38 billones de dólares al año en 2050″, ha alertado en tono grave. (Tomado de HuffPost)
