Ocurrió o que se preveía. El domingo, el lunes y el martes pasados han marcado un nuevo récord de altas temperaturas en la Tierra, según los datos de Copernicus. La crisis climática ya llegó hace rato.
El domingo, el lunes y el martes pasados han sido los tres días más cálidos registrados en el planeta hasta ahora, según los datos provisionales del servicio Copernicus, de la Comisión Europea. A pesar de que El Niño, un fenómeno natural y cíclico que hace aumentar las temperaturas globales, se ha retirado ya, el termómetro sigue disparado en la Tierra. A este nuevo récord se ha referido este jueves el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, en una comparecencia en Nueva York para advertir de que “miles de millones de personas se enfrentan a una epidemia de calor extremo” teniendo que vivir incluso por encima de los 50 grados Celsius.
JUAN PABLO ROCA (EFE)
“Esta ha sido una semana de calor sin precedentes”, ha recalcado Guterres. Pero ha añadido: “Las temperaturas extremas ya no son un fenómeno de un día, una semana o un mes”. De hecho, hasta esta semana para encontrar el anterior récord del día más caluroso de media en el planeta solo hacía falta retroceder a julio de 2022. Guterres también ha recordado que el pasado junio fue el junio más cálido jamás registrado, también según los datos de Copernicus. Y esta no es una situación aislada: ha ocurrido exactamente lo mismo en los últimos 13 meses de forma consecutiva.
“Lo que es realmente asombroso es la gran diferencia que hay entre la temperatura de los últimos 13 meses y los récords de temperatura anteriores”, explicaba el lunes pasado Carlo Buontempo, director del Servicio de Cambio Climático de Copernicus. “Ahora nos encontramos en un territorio verdaderamente inexplorado y, a medida que el clima siga calentándose, es probable que veamos nuevos récords en los próximos meses y años”, añadía Buontempo.
“La Tierra se está volviendo más caliente y más peligrosa para todos, en todas partes”, ha añadido por su parte este jueves el secretario general de la ONU. En su intervención, ha incidido en que el calor “mata a casi medio millón de personas al año, unas 30 veces más que los ciclones tropicales”.
Aunque ha reconocido que las olas de calor se han dado siempre, ha destacado cómo los diferentes informes de la Organización Meteorológica Mundial y del IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático) apuntan a que se está produciendo un “rápido aumento en la escala, intensidad, frecuencia y duración de los eventos de calor extremo”.
“El calor extremo está arrasando cada vez más las economías, ampliando las desigualdades, socavando los Objetivos de Desarrollo Sostenible y matando a personas”. Guterres ha llamado a luchar contra esta “enfermedad”, en referencia a un cambio climático desencadenado por el ser humano debido, fundamentalmente, a la quema de los combustibles fósiles. “La enfermedad es la adicción a los combustibles fósiles”, ha lamentado. “La enfermedad es la inacción climática”, ha remachado. (Tomado de El País)
