El año pasado el planeta perdió el equivalente a 10 canchas de fútbol de bosques primarios tropicales por minuto, según un reciente informe publicado a principios de abril por la Universidad de Maryland y el Instituto de Recursos Mundiales (WRI). En las dos últimas décadas, el mundo ha perdido entre 3 y 4 millones de hectáreas de bosque tropical cada año, según el informe.
Los datos son contundentes. En 2010, Bolivia tenía 62.7 Mha de bosque natural, extendiéndose sobre el 58% de su superficie terrestre. En 2023, perdió 696 kha de bosque natural. Desde 2001 hasta 2023, Bolivia perdió 4.22 Mha de bosque primario húmedo, lo que representa 53% de su pérdida total de cobertura arbórea en el mismo periodo de tiempo.
El área total de bosque primario húmedo en Bolivia disminuyó en 9,1% en este periodo de tiempo. Semejante desgaste aparece el departamento de Beni, colindante con Santa Cruz donde, históricamente, se han registrado las mayores tasas de deforestación a raíz de la ganadería y el monocultivo de soja.
El país ha perdido un 27% de bosque más que en 2022; batiendo por tercer año consecutivo este récord, a causa de estas nuevas áreas de explotación. “Es el lejano oeste”, dice Matthew Hansen, doctor encargado del equipo de estudio del mapa. “El bosque boliviano amazónico (en Beni) no había sido casi afectado hasta 2023″, lamenta Stasiek Czaplicki, economista ambiental. El experto señala además de la ganadería las plantaciones “masivas” de palma, para el aceite y critica la complicidad de las instituciones.
El presidente del Estado Plurinacional Luis Arce Catacora había advertido en diciembre de 2022 en su visita a Beni: Tenemos un plan para dejar de importar diésel e hidrocarburos líquidos. (…) A partir de ciertas plantitas, la producción de palma africana, aceite de motacú, aceite de cusi, con eso podemos producir diésel. Es una política de industrialización con sustitución de importaciones”. De 2001 a 2023, Bolivia perdió 7.97 Mha de cobertura arbórea, lo que equivale a una disminución del 12% de la cobertura arbórea desde 2000.
Desde 2002 hasta 2023, Santa Cruz perdió 2.53 Mha de bosque primario húmedo, lo que representa 48% de su pérdida total de cobertura arbórea en el mismo periodo de tiempo. El área total de bosque primario húmedo en Santa Cruz disminuyó en 16% en este periodo de tiempo.En Santa Cruz, las 3 regiones principales fueron causantes del 69% de toda la pérdida de cobertura arbórea entre 2001 y 2023. Chiquitos tuvo la mayor pérdida de cobertura arbórea con 1.37 Mha en comparación con un promedio de 447 kha.
Otro de los departamentos más vapuleado ha sido Beni. Desde 2002 hasta 2023, El Beni perdió 1.00 Mha de bosque primario húmedo, lo que representa 71% de su pérdida total de cobertura arbórea en el mismo periodo de tiempo. El área total de bosque primario húmedo en El Beni disminuyó en 11% en este periodo de tiempo. En Beni, las 2 regiones principales fueron causantes del 53% de toda la pérdida de cobertura arbórea entre 2001 y 2023. Vaca Díez tuvo la mayor pérdida de cobertura arbórea con 387 kha en comparación con un promedio de 205 kha.
Desde 2002 hasta 2023, Chuquisaca perdió 37.2 kha de bosque primario húmedo, lo que representa 46% de su pérdida total de cobertura arbórea en el mismo periodo de tiempo. El área total de bosque primario húmedo en Chuquisaca disminuyó en 4.6% en este periodo de tiempo. De 2001 a 2023, Chuquisaca perdió 84.6 kha de cobertura arbórea, lo que equivale a una disminución del 3.6% de la cobertura arbórea desde 2000. En Chuquisaca, las 2 regiones principales fueron causantes del 72% de toda la pérdida de cobertura arbórea entre 2001 y 2023. Luis Calvo tuvo la mayor pérdida de cobertura arbórea con 32.6 kha en comparación con un promedio de 8.46 kha.
Desde 2002 hasta 2023, Cochabamba perdió 127 kha de bosque primario húmedo, lo que representa 46% de su pérdida total de cobertura arbórea en el mismo periodo de tiempo. El área total de bosque primario húmedo en Cochabamba disminuyó en 6.4% en este periodo de tiempo. En Cochabamba, las 2 regiones principales fueron causantes del 90% de toda la pérdida de cobertura arbórea entre 2001 y 2023. Carrasco tuvo la mayor pérdida de cobertura arbórea con 144 kha en comparación con un promedio de 20.7 kha.
Desde 2002 hasta 2023, La Paz perdió 233 kha de bosque primario húmedo, lo que representa 67% de su pérdida total de cobertura arbórea en el mismo periodo de tiempo. El área total de bosque primario húmedo en La Paz disminuyó en 3.9% en este periodo de tiempo.
Desde 2002 hasta 2023, Tarija perdió 37.2 kha de bosque primario húmedo, lo que representa 22% de su pérdida total de cobertura arbórea en el mismo periodo de tiempo. El área total de bosque primario húmedo en Tarija disminuyó en 4.6% en este periodo de tiempo.
El Gobierno del Movimiento Al Socialismo ha seguido la hoja de ruta trazada por Evo Morales y que se resume en la Agenda Patriótica 2025 desarrollada por el expresidente. Uno de los pilares del documento es la meta de triplicar la población de ganado en el país, hasta superar las 22 millones de vacas; alrededor de dos cabezas de ganado por habitante. “Debemos aumentar la producción de carne, no solo para el mercado interno, sino con miras a exportar”, dijo Arce en enero de 2022. Estas políticas, los monocultivos, el periodo de El Niño y La Niña y las fuertes sequías del país no han dado tregua. 2023 ha sido extremadamente seco y ha propiciado que los incendios, comúnmente utilizados por los sectores agrícolas, se propaguen durante 4 meses, más de lo normal.
Uno de los datos más relevantes del informe refiere a que la mitad de los bosques que se perdieron en 2023 en Bolivia fueron a causa de los incendios. “La deforestación no sucede a pesar del Gobierno, sino gracias al Gobierno y a la agroindustria. Hacen falta medidas de fiscalización a quienes queman o deforestan. No pueden sentirse impunes”, señala la investigación.
En el país, la pérdida de bosques primarios aumentó un 27%, alcanzando su mayor año registrado por tercer año consecutivo. Los incendios siguen desempeñando un papel importante en el país y representarán poco más de la mitad (51%) de la pérdida de bosques primarios en 2023. Los incendios forestales en países tropicales como Bolivia suelen ser provocados con fines agrícolas, como la regeneración de pastizales para pastoreo y el desmonte para tierras de cultivo. En condiciones cálidas y secas, esos incendios pueden extenderse sin control a zonas boscosas. Bolivia experimentó un calor récord en 2023 debido a la combinación del cambio climático causado por el hombre y el fenómeno natural de El Niño. En 2023, la pérdida de bosques debido a incendios fue más frecuente en el departamento de Beni, que experimentó más del doble de su tasa de pérdida de bosques primarios a partir de 2022. Los incendios forestales prevalecieron también dentro del Parque Noel Kempff Mercado y otras áreas protegidas del país.
La expansión agrícola fue el otro factor importante de la pérdida de bosques primarios en Bolivia. La expansión de la soja ha provocado casi 1 millón de hectáreas de deforestación en el país desde principios de siglo. Aunque Bolivia tiene mucha menos producción de soja que los países vecinos, la mayor parte de su expansión se ha producido a expensas de los bosques. El gobierno continúa promoviendo la industria agroindustrial fijando objetivos ambiciosos para las exportaciones de soja y carne vacuna, promoviendo la expansión del biodiesel y subsidiando la actividad agrícola. Sin embargo, hay otras acciones en el continente. “El mundo dio dos pasos adelante y dos hacia atrás”, explicó Mikaela Weisse, directora de Global Forest Watch durante la socialización del informe. “El fuerte declive de la deforestación en la Amazonia brasileña y Colombia demuestran que es posible avanzar. Debemos aprender de los países que están consiguiendo frenar la deforestación”. Contrarresta Bolivia que fue el tercer país tropical con mayor pérdida de bosques primarios, a pesar de tener menos de la mitad de la superficie forestal de la República Democrática del Congo o Indonesia.