Este viernes se llevó a cabo una jornada de intercambio y exposiciones sobre el estado de las riberas y cuencas del río Piraí y los riesgos ante una posible crecida en su caudal. El informe que ha realizado el Colegio de Ingenieros de Santa Cruz sobre los riesgos que enfrentan varios puntos de la ciudad fue transmitido por el Ingeniero Luis Alberto Castro ante una nutrida concurrencia y diferentes sectores e instituciones departamentales, entre otros disertantes.
El río Piraí tiene 3×1.000 de pendiente, es decir cada 1.000 metros baja 3 metros. Por los desmontes en la cuenca alta, baja con más volumen de agua y con mayor sedimento. El Ingeniero Castro dio a conocer el detalle de las 5 zonas de riesgo que las denomina secciones.
La primera sección de riesgo es cerca de la Urbanización Laguna Azul, donde demostró con gráficos que existe una importante falta de protección.
La segunda sección crítica está, según el informe, a la altura del Autódromo donde hay menos de 10 metros de ancho donde el agua puede correr, “es una zona frágil un volumen de 3.000 metros cúbicos sobrepasaría el normal flujo”, dice Castro.
Barrio Nueva esperanza, de La Guardia, también está en riesgo de inundación, porque el terreno es demasiado plano, es muy leve el desnivel que existe del río. El ingeniero considera que es una situación dramática.
La cuarta sección está en el límite de Santa Cruz de la Sierra con La Guardia, a la altura del Arco, un sitio peligroso porque el desnivel está en el orden solo de dos metros, como referencia, en frente está Mar adentro, “si bien tiene una barranca alta no es consistente”, argumenta Castro.
La quinta sección crítica es a la salida del canal Isuto, donde ya hay empresas que quieren urbanizar, allí era el lecho del río se hizo un canal y se corrió el cauce, pero si viene mucha agua podría volver a su antiguo cauce. Es otra sección de alto riesgo de inundación. Es una gran playa y donde están vendiendo terrenos, ilegalmente.
El Ingeniero Jorge Franco, presidente del Colegio de Ingenieros, dijo a SOStenibles que además de centrarse en un tema ambiental el estudio pone énfasis en el tema de seguridad ciudadana. “El Cordón Ecológico es nuestra barrera protectora frente al río, por eso es urgente exigir el cumplimiento de deberes y acciones que por ley las autoridades actuales están llamadas a realizar, para precautelar la seguridad de la ciudadanía frente a un posible desastre”, dice.
Franco reveló que se contrató a una empresa especializada en sobrevuelo, con nuevas tecnologías, y que nos ha determinado con rigor científico la distancia de las zonas vulnerables y la altura que tiene el río respecto a la zona aledaña. En algunos casos, señala el Ingeniero, no supera ni un metro respeto al desnivel que puede tener el río, “Podría ingresar una riada por varios puntos a la ciudad y más aun cuando hablamos que la franja de protección debe tener por lo menos 1 kilómetro, sin embargo, y en los 5 puntos que nosotros evaluamos (los más críticos), no superan ni siquiera los 50 metros”.
El estudio ha tomado medidas cartográficas de alturas, boscosidad y distancias; se han tomado fotos de los primeros diques de protección que se instalaron en esta zona están totalmente dañados que no están protegiendo nada. “Estamos expuestos a una inundación de importantes consecuencias. Queremos prevenir y vamos a hacer todas las gestiones necesarias para que nos escuchen”, dice el profesional.
Castro, por su parte, anunció que presentará como Sociedad de Ingenieros, un proyecto de ley municipal, para hacer un dique defensivo desde La Guardia, tomando en cuenta que es el Municipio quien define los límites del río, bajo la protección de la Constitución Política del Estado, y lo hace a través del registro en Derechos Reales. “Una propiedad tiene el alma, que es el título, y el cuerpo, que es el plano y si no sé dónde está no puedo inscribir un título si no sé dónde está el terreno y quien lo sabe es el municipio”, dice Castro.
El proyecto de la Sociedad de Ingenieros considera que los defensivos del Piraí debieran tener dos tramos: el que se conoce actualmente “y que hay que mantenerlo, porque existen sitios deteriorados que ya no cumplen ninguna función”, argumentó Franco, y otro tramo, que inicie en La Guardia y se una al existente.
Para Castro la herramienta es declarar mediante ley un defensivo del río. “Desde el punto de vista jurídico, en todas las legislaciones de las ciudades ordenadas y que tienen río que limitan propiedades se define una poligonal conformada por puntos de crecientes máximas normales para que las propiedades que colindan con el río llegan hasta ese polígono y de allí al río es derecho de vida del rio. Hasta el eje del defensivo es del río. de Al haber un defensivo limita el espacio para evitar ser invadido por la propiedad privada. Los usos recreacionales se pueden normar, pero para poder tener un pleno derecho el municipio emite ley y el que tenga su derecho se le indemniza y podremos ver el origen de su derecho, si es legítimo o no y ahí se determinará quien es quien, pero hay que tener pantalones, nosotros les damos los datos y la ciencia y la autoridad que haga su trabajo, que lo vamos a apoyar”, enfatizó Castro.
Similar situación halla cuando se refirió a los dragueros del río Piraí. “Sentémonos a definir su rol, planifiquemos. Hay que ordenarnos, porque hay legales y muchos ilegales. El volumen de ese material que demanda Santa Cruz para la construcción es tremendo y la fábrica de ese producto lo tenemos en el rio, pero sentémonos a organizarlo. El compromiso es seguir golpeando la conciencia de los ciudadanos para definir las acciones que son urgentes, no podemos esperar la ley forestal o el plan de manejo, hemos llegado a tal extremo que habíamos dejado el cordón como área rural y no se dan cuenta que el régimen legal de la propiedad cambia de lo rural a lo urbano y el hecho de que sea urbano no es piedra libre, dentro del área urbano hay áreas de conservación, y hay que definirlas y conservarlas, pero la tuición del territorio tiene que ser municipal, si no corremos el riesgo que otros lo administren mal”, argumentó.
En uno de los puntos más altos de la reunión Castro profundizó el problema exponiendo la situación que el Municipio capitalino se encuentra respecto a sus competencias. “El municipio más grande de Bolivia, el de Santa Cruz de la Sierra, debiera tener carta orgánica para definir competencias. La CPE define competencias privativas del Estado, y exclusivas, compartidas y concurrentes. Las competencias exclusivas de las entidades autónomas, Gobiernos departamentales, municipales e territorios indígenas, requieren de un instrumento legal complementario a la Constitución, el departamento tiene sus Estatuto Autonómico y le permite legislar sobre las competencias asignadas y reglamentarlas, pero el municipio no tiene. Solo tiene una ley transitoria y el Gobierno le dice qué puede hacer y qué no”, concluyó Castro.
Este estudio fue financiado por el propio Colegio de Ingenieros. El servicio de costos operativos ha sido de alrededor de $us 5.000, “pero como hay colegas ingenieros nos han hecho un precio especial, porque tampoco nosotros ganamos nada, lo hacemos para apoyar a la ciudad y cuidar nuestro medio ambiente”, concluye Franco.
Esta iniciativa está a cargo del Colegio de Agrimensores, de su Fundador, el Ingeniero Luis Alberto Castro. También están presentes en esta iniciativa los Colegio Forestales y Medioambientales, además del Municipio cruceño a través de la Secretaría de Medio Ambiente que presentará un plan de manejo para el Cordón Ecológico.
Entre otras intervenciones, el arquitecto Álvaro Mier, en representación del Colegio de Arquitectos, a tiempo de coincidir con lo expuesto propuso aumentar la altura del dique defensivo y puso como ejemplo lo ocurrido en mayo en Porto Alegre, Brasil, donde el agua desbordó las antiguas obras y ocasionó la tragedia que conocemos.
El concejal Federico Morón remarcó su apoyo al proyecto a tiempo de denunciar una ley de regularización que amenaza la salud del cordón ecológico y que detrás de ello, “existen negociados y corrupción que impiden los buenos propósitos. Hay gente que se ha hecho dueña del río y falta una reacción oportuna para que esto no siga sucediendo”, dijo a tiempo de destacar el evento y preguntó: quien nos creemos que somos para negar un nuevo turbión?”
El Ingeniero Jorge Crespo, manifestó que también se debiera observar y estudiar lo que pasa en la cuenca Alta. “Evitaríamos problemas posteriores si se corrigen las irregularidades que existe tras la deforestación de la zona alta“, dijo. Apreciación que corroboró y amplió con detalles el ingeniero Castro.
Varias intervenciones lamentaron la ausencia de los representantes de la Gobernación y del Servicio de Rencauzamiento de Aguas y Regularización del Río Piraí (Searpi), institución clave en el tema en cuestión.